Una madre alimentando a su cría con una colilla, una montaña de vergüenza creada a partir de este residuo o nuevas normas para evitar el tabaquismo en las playas son algunas de las claves de este verano protagonizadas por los filtros de tabaco que inundan cada rincón de nuestro paisaje. Las personas que tienen este hábito, consumen cada cigarro en pocos minutos desde que se enciende hasta que su vida ‘útil’ se da por extinguida. Después, el entorno trabajará entre cinco y diez años hasta hacerla desaparecer. Una calada para tus pulmones, un eterno vertedero en arenales y aguas.

Las redes echaban humo cuando se toparon con la imagen de una madre tratando de alimentar a su cría con una colilla. Estas aves dieron la vuelta al mundo debido a la irresponsabilidad humana. Recuerda, además, a la confusión que les producen a muchos seres las bolsas de plástico al pensar que se tratan de medusas, como en el caso de las tortugas marinas.

Además, el entorno digital se incendió al conocer que un grupo de voluntarios elevó la autodenominada montaña de la vergüenza con 80.000 colillas en Barcelona con el objetivo de dar un toque de atención sobre la repercusión de los malos hábitos en el entorno. La iniciativa forma parte de una de las acciones medioambientales organizadas por @NoColillas y @ProArtSoficial con la colaboración de @wwfbarcelona, @GreenpeaceCAT y @CentrePlatjaBCN. En este sentido, entidades como Osmon, un colectivo que lucha por la sostenibilidad, libra su propia batalla contra la basura en el entorno y entre sus acciones figura la de la limpieza de parques infantiles con la consiguiente retirada de centenares de colillas.Entre las últimas medidas para paliar que se continúen transformando los espacios en ceniceros, este verano estamos ante nuevas normativas tanto de prohibición de fumar en playas como en terrazas. Tanto el sector de la hostelería como la sociedad civil expresó su opinión al respecto.
Respecto a su gestión, según la guía para separar residuos Reciclario, las colillas están hechas de acetato de celulosa, un material no biodegradable que demora de 18 meses a 10 años en descomponerse dependiendo de las condiciones ambientales. De esta forma, Ecoembes recuerda que el contenedor adecuado para desecharlas es el contenedor gris, donde se depositan los residuos que no se pueden reciclar y tampoco pueden usarse para hacer compost.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es «una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo». El organismo recuerda que el tabaquismo acaba con 8 millones de personas anualmente, como mínimo, de las cuales «más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno».